La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) tuvo que desechar US$110.000 millones en billetes de 100 dólares por defectos en la impresión de sus nuevos mecanismos para combatir la falsificación, que incluyen una nueva banda de seguridad en tres dimensiones y la imagen de una campana que cambia de color.
El nuevo "Benjamín" es el billete más caro de la historia.
El valor total de los 1.100 millones de billetes representa más del 10% del suministro total de moneda estadounidense en circulación en el planeta, según indicó a la cadena NBC una fuente anónima del gobierno.
El problema obligó a la Fed a desechar esos billetes y a detener la producción de los nuevos, que esperaba poner en circulación en febrero de 2011.
"Estamos seguros de que una proporción muy alta de los billetes estará apta para la circulación", dijo la portavoz del Departamento del Tesoro, Darlene Anderson.
Los billetes representan aproximadamente una décima parte del valor de toda la moneda de EE.UU. en circulación.
El corresponsal de BBC Mundo en Washington, Carlos Chirinos, explica que paradójicamente el nuevo billete de US$100 es parte de un resideño del papel moneda estadounidense que buscaba dificultar las falsificaciones. Fue presentado el pasado abril como el más avanzado del mundo para evitar las copias ilegales.
Los más caros y seguros
Chirinos indica que el Departamento del Tesoro y el Buró de Impresión, encargado de la producción de la moneda estadounidense, invirtió cerca de una década en el desarrollo del billete, que incorpora nuevos elementos de seguridad.
Quizá la recogida de los billetes de US$100 vaya a ser un problema más en el exterior que dentro de EE.UU.
Carlos Chirinos, BBC Mundo, Washington
"Quizá la recogida de los billetes de US$100 vaya a ser un problema más en el exterior que dentro de EE.UU.", dice Chirinos, quien destaca que "los consumidores estadounidenses usan muy poco billetes de alta denominación en sus transacciones diarias. En cambio en el extranjero es el billete más usado en los intercambio turísticos y comerciales".
Estos son los últimos de una serie de rediseños de la moneda de EE.UU. destinados a luchar contra la falsificación. También los primeros billetes en llevar la firma del secretario del Tesoro del presidente Barack Obama, Timothy Geithner.
Según la NBC, el problema de la impresión radica en las arrugas que se forman en el papel durante la impresión, que provocanuna mancha blanca en la parte del billete que muestra la cara de Benjamin Franklin.
Los billetes son además los más caros que se han producido nunca, según la NBC, con un costo aproximado de 12 céntimos por unidad, el doble que el de un billete convencional, lo que significa que la emisión de esta moneda inservible le costó al gobierno US$120 millones.
El problema es que los billetes inservibles están mezclados junto a los correctos en fardos de 4.000 billetes cada uno, por lo que están tratando de encontrar la forma de separarlos con una máquina, ya que para revisarlos manualmente se tardaría entre 20 y 30 años.
Hasta que la Fed pueda determinar cuáles de los billetes son defectuosos, los 1.100 millones de unidades se encuentran apartados en las cajas fuertes de los edificios de la agencia en Washington y Fort Worth (Texas),
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